En Pradoluengo #Burgos, existe desde 2003 una escultura a la Mujer
Trabajadora.
Obra de Javier Sanz Martinez, Escultor y Director de Art-Terra, es una de
sus obras más simbólicas en cuanto a
mensaje. Con esta obra se busca rendir homenaje a la mujer trabajadora de la
zona.
Desde el siglo XVI hasta el XVIII Pradoluengo, fue un núcleo
emergente de la industria textil lanera. La pañería dejó paso a la bayeta, de
calidad y precio bajos, que se fabricó hasta finales del siglo XIX. Finalmente,
en el siglo XX, la industria pradoluenguina se especializó en los géneros de
punto, en concreto en las boinas y calcetines. Aunque con el cambio de siglo la
fabricación de boinas cayó, cerrando en 2001 la fábrica de boinas Mingo, la
última activa en toda Castilla y León, aún hoy es conocido como “el pueblo de
los calcetines”.
Este largo desarrollo de la industria textil ha dejado en el
pueblo numeroso patrimonio: hilaturas, batanes, tintes, maquinaria de todo tipo
y época, canciones, recuerdos, etc. En Pradoluengo casi todo está relacionado
con la actividad industrial. Desde su alargada silueta acomodada al fondo del
valle por el que discurre el río Oropesa, motor de la industria textil, hasta
la existencia cotidiana de las personas, sus memorias y raíces culturales. Se
trata por tanto de una forma de vida genuina, peculiar y diferenciadora
respecto a los contextos provincial y regional.
Actualmente, existen numerosas empresas que siguen
dedicándose a la industria textil, y, aunque el relevo generacional es más
difícil que antes, muchos jóvenes deciden continuar con el trabajo que durante
tanto tiempo han realizado sus antepasados. Los fabricantes han tenido la
necesidad, para ser competitivos en el mercado global, de especializarse e
incluir en sus productos un valor añadido ya sea en términos de diseño,
tecnología, calidad o respeto al medio ambiente. (Fuente: pradoluengo.es)
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