Se ubica en la intersección del paseo del Empecinado con la
calle del Carmen, entre el río Arlanzón y el Bulevar de la capital Burgalesa. Se trata de una
construcción moderna, de los años sesenta del siglo XX, y sustituyó a un
derribado edificio barroco, el primitivo convento carmelitano, del que apenas
quedan restos. Su construcción fue
llevada a cabo bajo la visión del arquitecto Felipe de Abajo Ontañón
En 1966, en una decisión muy controvertida, y que además no
contó con licencia municipal o gubernativa, los Carmelitas optaron por demoler
la vieja fábrica barroca, claustro procesional incluido, y levantar en el solar
unas instalaciones modernas. El Ayuntamiento de Burgos sancionó a la Comunidad
con una multa simbólica (cincuenta pesetas) por haber empezado el derribo sin
permiso legal. En 1968 se inauguró la nueva iglesia, construida con hormigón,
ladrillo y pizarra por los arquitectos Felipe Abajo y Pedro Gutiérrez en un
estilo contemporáneo funcional. Exteriormente llama la atención su silueta
piramidal escalonada e interiormente, la esbeltez y la claridad de volumen.
La única pieza del mobiliario antiguo que se conserva es, en
el columbario de la iglesia, un valioso relieve de la Piedad que perteneció al
retablo facturado en 1612 por Juan de Muniátegui. Según el especialista Martín
González, esta Piedad podría ser obra temprana de Gregorio Fernández.
El primitivo conjunto conventual fue levantado a principios
del siglo XVII a instancias de la familia de Dña. Catalina de Tolosa, una
piadosa dama vizcaína residente en Burgos y amiga de Santa Teresa de Jesús, a
la que había ayudado en la fundación en 1582, meses antes de morir la
reformadora carmelitana, del femenino Convento de San José y Santa Ana, en la
misma ciudad. La fundación de un convento para monjes del Carmen Descalzo en
las cercanías de Burgos había sido una de las disposiciones testamentarias de
la madre Catalina de Jesús en 1596. Tras obtener el permiso del concejo
municipal, las obras del cenobio teresiano se desarrollaron hasta 1611, fecha
en que lo estrenó una reducida comunidad de frailes que estaba instalada en
Burgos desde 1606.
En el siglo XVIII el convento y la iglesia, cuyas fábricas
respondían a un estilo conventual protobarroco de acuerdo con la tipología
carmelitana, fueron agrandados. Cuando la invasión francesa de 1808 el Convento
sufrió graves destrucciones y expolio. Recuperado y rehabilitado por los monjes
en 1813, su destino quedó sellado con la Desamortización de 1835, que supuso su
exclaustración, la partición de la hacienda y su venta a diferentes postores.
La vida conventual fue restablecida en 1877. En 1879, el Carmen burgalés fue
destinado a Colegio Mayor de Filosofía y Teología de la Orden, función que
sigue desempeñando en la actualidad.
Hay que destacar el monumental Crucificado que preside el altar mayor, impactante obra expresionista perfecta su expresión de agonía e imploración al cielo, buscando fin a su sufrimiento. A algunos producirá miedo. Pero transmite lo que supone una crucifixión, el miedo, el dolor y sensación de abandono que a la vez espera ser mitigado. Del escultor Jaume Perelló i Miró, es una de sus creaciones más destacadas. Cabe señalar que es la talla más grande del mundo (9m. de altura) titulada Cristo del amor.
Del altar de la iglesia
del Carmen pende
el Enorme Sufrimiento.
Sabrás que pido
a la muerte que te libere
de los insaciables rezos,
y en tu rostro, en esos ojos
implorando, aliento.
¡Ay!, Cristo torturado,
interminable agonía
que la fe del maestro Perelló
forma ha dado:
¿tanta es la miseria
humana, de los corazones
que te dan alimento,
que necesita tu torso
amarrarse al mortal esqueleto?.
Te miro sin pestañear, miro
inmóvil tu dramática expresión,
tu mudez ensordecedora,
y aspiro profundamente
para apropiarme del porfío oxígeno
que en rogativas, cera encendida,
te mantiene clavado, endeble, vivo.
En Burgos, en el templo carmelita,
las dudas de Cristo siguen respirando
ante tu poeta ateo.
Juan Carlos García Hoyuelos (Burgos, 2007)
No hay comentarios:
Publicar un comentario