Huesos de Santo, la otra gran y exquisita tradición dulce
por estas fechas en #Burgos
Los huesos de santo son unos exquisitos postres elaborados
con mazapán, tradicionalmente estaban rellenos de dulce de yema, pero hoy en
día se ofrecen de chocolate, coco, fresa, e incluso se rellenan con yogur o
praliné.
La primera receta de huesos de santo que se conoce aparece
citada en el año 1.611 en el libro Arte de Cocina, Pastelería, Bizcochería y
Conservería de Francisco Martínez Montiño, jefe de las cocinas reales de Felipe
II.
Lo más característico es la forma que adopta, ya que el
mazapán adquiere la forma de hueso alargado, como si se tratara de una tibia,
lo que les hace recibir el nombre por el que son popularmente conocidos.
Como ocurre con muchas tradiciones, su origen es dudoso,
aunque todo indica que se trata de una costumbre milenaria instaurada en el siglo XVII por un monje benedictino que
pretendía hacer olvidar a los ciudadanos la festividad pagana de los celtas.
Con la forma y el nombre que le dio a este postre, quería recordar que el 1 de
noviembre es un día para homenajear a los que ya no están.
Con respecto a su simbología cuenta la tradición que cuando
te comes un hueso de santo, que simboliza cariñosamente a los muertos, el acto
de comer estos riquísimos dulces se considera que los quieres y no les temes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario