Hay una teoría plasmada sobre todo en la tradición oral, que
dice que VILLADIEGO se denominó primitivamente Las Siete Villas de Diego. En la
antigüedad hubo ciertamente estos barrios con sus iglesias, de los que sólo
subsiste el primero. A saber: Barruelo, San Esteban, San Cristóbal, Tudanca de
Arriba, Tudanca de Abajo, Mora y el primitivo villorrio de Villadiego.
Lo más probable es que al fundar el Conde Don Diego este
pueblo diseminara por la campiña una cuantas casas de campo, las cuales en el
correr de los años, uniéndose unas a otras con nuevas edificaciones, formarían
el núcleo de lo que luego se llamaría Villa de Diego o Villadiego.
Existe un dicho extendido por todo el mundo de habla
hispana, y que se contextualiza por ‘Querer irse con premura’ ó ‘Querer escapar
de algo negativo’, éste es: "Me tomo las de Villadiego"
A través de la literatura aparece escrita por grandes
literatos clásicos del siglo XVI ya usaron esta frase en más de una ocasión;
así tenemos que Cervantes ya la emplea en el Capítulo XXI de la Iª Parte del
Quijote cuando escribe que el barbero después que fue derribado de su asno por
Don Quijote, “puso los pies en polvorosa y cogió las de Villadiego”.
En la Gran Sultana hace decir a Madrigal:”Pondré pies en
polvorosa y tomaré las calzas de Villadiego”.
En este mismo sentido de huir emplea Fernando de Rojas en su
Celestina cuando en el Acto II Sempronio dice a Parmeno: “Apercíbete a la
primera voz que oyeres a tomar las calzas de Villadiego“ y responde el otro
“Leído has donde yo; en un corazón estamos. Calzas traigo y aún borceguíes
desos lugares que tú dices, para mejor huir que otro”.
También Ruiz de Alarcón en su comedia “Los pechos privilegiados” escribe: “Culpa a un bravo bigotudo rostriamargo y hombrituerto, que en sacando las de Juanes, toma las de Villadiego.”
Existe en una de las columnas de entrada al Ayuntamiento una
bajo relieve de San Pedro encarcelado, junto a un soldado (Villadiego), y
existía en una columna de al lado una placa de piedra con la siguiente
inscripcion explicativa:
Villadiego era un soldado que a San Pedro, en ocasión de
estar en dura prisión, nunca le faltó del lado. Vino el espíritu alado, y,
lleno de vivo fuego, le dice a San Pedro: Sal luego, toma las calzas, no
arguyas; Pedro, por tomar las suyas, tomó las de Villadiego.
La explicación al significado y origen histórico de este
dicho es aquel que se relaciona con las persecuciones de judíos en la Edad
Media. De todos es sabido el ambiente hostil que en torno suyo se creó en torno
a los judíos en España por el pretendido efecto de sus usuras y otras actitudes
ante la población. De aquí es que surgiera en todas partes el odio contra los
hebreos que degeneró muchas veces en venganzas, dándose los que se creían
perjudicados a la caza de judíos.
El Rey Fernando III El Santo dio privilegios a los judíos de
Villadiego, prohibiendo que se les prendiese, “si non por son propio debdo que
devan”, y señalando penas para los que les hicieran daño.
En esto vieron los judíos de sus reinos un salvoconducto que
los libraba de las iras del pueblo, consideraron a Villadiego como su ciudad
refugio y allí se encaminaban al menor síntoma de persecución. Más ello
entrañaba una universal obligación, la de llevar un distintivo especial, para
que se les pudiera reconocer que estaban bajo la protección del Rey y que nadie
los podía prender. Este distintivo eran las calzas amarillas que debían usar en
adelante en su nueva tierra de promisión, como colonos y pecheros del Rey.
Entre las hipótesis menos refutadas y con menor credibilidad
está: la acepción de -ir de viaje- se
cuenta que en anteriores tiempos se confeccionaban en Villadiego unas
llamativas alforjas de diversos colores que fueron famosas y muy conocidas en
Castilla, de suerte que “Tomar las de Villadiego” es coger las alforjas para ir
de viaje.
En la acepción de -ir y no volver- también se recuerda que
hubo un aventurero de Villadiego que se alistó en las huestes de los
conquistadores de América y se fue con ellos a probar fortuna. En cierta
ocasión mandó el capitán al animoso explorador de Villadiego con algunos
soldados a someter una tribu rebelde de indios; fueron, es verdad, pero no
regresaron, sin duda abatidos por los nativos.
(Fuente: burgospedia1.wordpress.com)
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