Tan poderosa ha sido su labor a lo largo de millones de años
que el agua que brota ha ido excavando un vallejo que concluye cuando desemboca
en el río Rudrón.
Se trata de una joya para el espeleobuceo español, pues la
cueva se sumerge bajo el agua, haciendo posible su acceso submarino.
En la actualidad, se han recorrido 14 kilómetros de túnel de
la que, según los expertos, podría ser la cueva submarina más larga de España.
Sin embargo, el Pozo Azul continúa sin tener fin, pues el ser humano todavía no
ha conseguido encontrar donde acaba la cavidad, con tramos inundados y otros
con galerías aéreas.
Destaca la calidad del agua de este pozo, pues ejemplo de su
pureza son las truchas que viven en él. La temperatura de estas aguas es
constantes durante todo el año, oscilando entre los nueve y los once grados.
Otra de las curiosidades que envuelven a esta surgencia de
origen cárstico son las muchas especies de fauna acuática endémicas que se han
localizado, acreditadas por el Museo Nacional de Ciencias Naturales en 1983.
El Pozo Azul esconde en su interior una de las cuevas
submarinas más grandes del mundo, teniendo en cuenta que todavía no se ha
explorado de manera completa.
Según se avanza en la exploración del Pozo Azul, más se
complica su recorrido, reduciéndose a su vez el número de personas que llegan a
entrar en los últimos tramos. Al segundo sifón denominado “Tipperary”, de los
seis que componen la cueva, solo logran llegar los mejores. Así, solo hay tres
personas que han conseguido bucear por los 14 kilómetros conocidos del Pozo
Azul.
(fuente: espanafascinante)
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