Llevan trabajando desde hace más de 114 años. En todo este tiempo no sólo se han convertido en una librería única en la ciudad, sino que la tercera generación de la familia continúa ofreciéndoles las últimas novedades, unidas a publicaciones descatalogadas.
La LIBRERÍA DEL ESPOLÓN mantiene el mismo encanto y los mismos aromas que en décadas pasadas. Se trata de un establecimiento que durante los años previos y posteriores a la Guerra Civil era un punto de encuentro de intelectuales de la época, quienes organizaban amenas tertulias literarias.
Hoy en día no sólo ofrecen las últimas novedades en literatura infantil y juvenil, sino que poseen uno de los archivos de títulos históricos más amplios de la zona.
Pero hagamos un poco de historia:
La librería burgalesa es la historia de un amor entre la ciudad y la literatura que comenzó allá por 1907 de la mano de Jacinto Ontañón, gran apasionado de la lectura. Alumbrada con el nombre de El Papamoscas, la librería se hizo rápidamente un hueco en el corazón mismo de la ciudad. Con su característica fachada de madera.
En 1935 la librería pasó a manos de la familia
Pérez-Canales, que decidió cambiar el nombre y rebautizar el ya histórico
comercio con el nombre del paseo en el que se situaba. Primero fue el abuelo,
luego el padre y ahora es ella, Pilar, quien se encarga de dirigir el
establecimiento.
El camino no ha sido fácil, sobre todo en los últimos años,
en los que las librerías tradicionales han tenido que enfrentarse al mundo
digital. De hecho, la propia Pilar insiste en que «han sido más fáciles los 100
primeros años que los 10 últimos». A pesar de ello, la librería ha sobrevivido
a base de ofrecer algo que el libro electrónico no puede. «Un libro en papel
tiene algo que el formato electrónico no tiene».
Además, el presidente de la Asociación Provincial de
Libreros de Burgos, Álvaro Manso, destaca un segundo factor clave para la
supervivencia de establecimientos como el del Espolón. Y es que, en esa
librería, el lector siempre ha podido encontrar a «un librero», que es alguien
muy diferente a un «vendedor de libros». «La prescripción, el conocimiento de
los clientes y los libros y el cariño a la lectura» de Pilar y su familia son
clave, subraya Manso.
(Fuente: elnortedecastilla.es y libreriadelespolon.com)
2 comentarios:
Genial!!!����
Muchas gracias, me gusta mucho que te guste
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