El Monasterio de Santa Clara es un cenobio de monjas
Clarisas sito en la ciudad de Burgos en la calle Santa Clara nº26, que tienen
como titular de su iglesia y por patrona a la Virgen del Espino.
Se trata de una construcción gótica levantada mayormente en el siglo XIII, en la época de su fundación, durante el siglo XIV, la familia Salamanca y Polanco financió obras de ampliación y mejora.
Si se exceptúa el Monasterio de Santa María la Real de Las
Huelgas, del Císter, es el más antiguo convento de la capital castellana que
mantiene la vida comunitaria.
La rama femenina de la Orden Franciscana se estableció en Burgos
en 1234. Ese año se instaló una comunidad en este convento, creado, al parecer,
con bula papal de Gregorio IX por María Sáenz, quien había peregrinado a Italia
y tenido la ocasión de entrevistarse con Santa Clara de Asís, de quien recibió
varios consejos. En el siglo XV adoptó la comunidad burgalesa la estricta
observancia vinculada al Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas.
En el siglo siguiente fue objeto del apoyo del regidor de la
ciudad D. Pedro de Salamanca y Polanco, que entregó importantes dotaciones para
la ampliación y mejora del Convento entre 1525 y 1545. Más tarde, en 1585, Dña.
Luisa de Salamanca y Polanco, viuda de D. Juan Fernández de Castro, adquirió el
patronato de su Capilla Mayor, sus laterales y la sacristía, consignando en su
testamento de 1602 una cláusula que favorecía también a las Clarisas.
La iglesia, de planta de cruz latina y adyacente al Bulevar,
se construyó en un primitivo estilo gótico de la segunda mitad del siglo XIII,
bastante puro, con arcos apuntados doblados que apean en pilares formados por
haces de columnillas. La cabecera presenta ábside ochavado y un presbiterio a
cuyos lados se abren sendas capillas cuadrangulares de menor altura. La nave es
cortada por un transepto o nave transversal de igual altura que la Capilla
Mayor. En el siglo XVI se añadió una tercera nave a los pies, a modo de prolongación
de la nave principal, para alojar el coro de la clausura. Adosado a todo lo
largo del lado de la Epístola (sur) de la nave principal se sitúa el claustro
de las monjas. El abovedamiento es de crucería, simple en la nave longitudinal
y algo más elaborada en el transepto, que es surcado por nervio espinazo, así
como en la prolongación de la primera en la zona del coro, donde la plementería
presenta terceletes. En el tramo donde convergen las naves, el crucero, la
bóveda es octopartita, mientras que la de la sacristía está ornada con una
pintura de la Coronación de la Virgen. Los retablos son barrocos, destacando el
que preside la Capilla Mayor, de mediados del siglo XVIII, dorado y de
morfología hexástila, con banco, cuerpo de tres calles separadas por columnas
emparradas y ático-cascarón, en el cual se entronizan las imágenes de los
santos fundadores de la Orden Franciscana. Este rebablo pudo sustituir a otro,
al que pudiera corresponder el sagrario conservado dentro del actual; se trata
de un sagrario de estilo renacentista romanista, fechable en el último tercio
del siglo XVI.
Exteriormente el edificio es poco aparente, debido a la baja
altura de las naves y a que el nivel de la calzada está sobreelevada, lo que
produce la impresión de una construcción semihundida. También por la gran
sobriedad de los paramentos, vanos y portada, amén de la suciedad acumulada en
su aparejo, que es de mampostería. La portada principal, abierta en el brazo
norte del transepto, es más bien tosca, con triple arco apuntado; en su parte
superior, dos ennegrecidos escudos con los blasones de las familias Salamanca y
Polanco, y un relieve iconográfico justo encima de la clave. Este es uno de los
accesos al templo; el otro es desde el atrio, construcción posterior con
arquería de medio punto, que conecta con la capilla lateral sur de la cabecera,
junto al ábside pentagonal. Este pórtico distribuye también el acceso a la
portería del Monasterio.
(Fuente: Wikipedia)
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